Sunday, January 18, 2009

Hace ya como seis meses que dejé de escribir en este espacio. Sé que no tenía seguidores, ni admiradores, pero no me importa, este blog es para mi, idiotas! ja.
No. He decidido que escribiré periódicamente para que en unos cuántos años diga: "No mames, de verdad pensaba ésto?". Empezaré hoy mismo, espero cumplir mi no-promesa.
Hoy fue un domingo como cualquiera, odiado domingo, donde mis aspiraciones se reducen a lo más mínimo: comer, dormir, y acabar la tarea pronto, para poder....em, no lo sé. Rara vez encuentro algo que hacer los domingos después de acabar la tarea, siendo las once de la noche, mis opciones son limitadas. Pero hoy decidí que procastinaría la mayor parte del día, así que acompañé a mi prima y a mi tía a un conocido centro comercial al sur de la ciudad. Encontré ofertas en una también conocida tienda de ropa "para los muchachos", y adquirí dos artículos que otra persona hubiera considerado feos o pasados de moda, pero para mí los suéteres delgados y pequeños son vitales. No soy muy fan de usar chamarras gruesas, así que las sustituyo por de los mencionados suéteres acompañado de una sudadera. El improvisado día de las compras terminó, y pues como era el cumpleaños de mi primo, el plan era ir "a partir su pastel" pero como había dejado la tarea para el final del día, tuve que regresar a mi casa.
De haber tenido tiempo, hubiera ido, pues el pastel estaba muy bueno, de hecho, es de los mejores que he probado en la vida. Es de esos que, al probarlos, te hace enloquecer. Entras en un frenesí que no acaba hasta que te terminas el pastel, y te enojas cuando no hay más.


Total, están pasando Kill Bill en televisión abierta, y es un asco porque censuran todo. ¿Cuál es el chiste de esa película si no se ve la sangre? Creo que no la veré.

Eso es todo por hoy. Ja.